¡Hola, Inés!
La verdad es que nunca me había parado a pensar cuánto consumen las luces de Navidad, pero es interesante lo que cuentas de Barcelona. Está genial que utilicen energía renovable y que eso reduzca tanto el impacto ambiental y los costes. Ojalá más ciudades hagan algo parecido, porque así disfrutamos de la Navidad sin dañar tanto el planeta.
Gerard.