Hola Pablo,
Estoy totalmente de acuerdo en que estas cuestiones son clave y de suma importancia para reflexionar sobre el impacto de su retraso y las posibles soluciones.
Desde mi perspectiva, este suceso tiene un gran impacto en la exploración espacial, ya que no sólo retrasa el programa Artemis que incluye varias expediciones tripuladas a la luna, como se menciona en el artículo, sino que puede influir en colaboraciones internacionales que dependen de datos y resultados de esta misión. Sin embargo, que el escudo térmico se haya desprendido crea una oportunidad que no habrían tenido para analizar con más profundidad algunos de los fallos técnicos en el sistema.
De leer otros artículos relacionados a este tema, creo que este suceso tuvo lugar debido a la agenda apretada de la NASA, que apresuró el programa y seguramente se les pasó por alto. No obstante, estoy positiva de que pudo haberse evitado. Como has mencionado tú, existen técnicas de análisis de datos para mitigar los riesgos y aquí es cuando entra en juego la importancia del papel de la IA y los modelos predictivos.
Gracias a la capacidad de aprendizaje automático de la IA, se podría haber entrenado un modelo con datos de otras misiones con ocurrencias similares para identificar patrones comunes asociados con los fallos que pueden ocurrir. Como estamos hablando del escudo térmico, una IA podría haber analizado cómo respondería a diferentes condiciones extremas y las vulnerabilidades que tiene. Para realizar este análisis también se podría haber hecho uso de un digital twin o gemelo digital, que actúa como una réplica virtual de la nave y su entorno. Esta herramienta es idónea, porque realiza ensayos “virtuales” libres de riesgo material, y por lo tanto ahorra muchos recursos y dinero.
Aunque también cabe destacar que sin IA seguramente una programación más concisa con una mayor inversión en simulaciones previas podrían haber acabado con el problema de raíz.
Un saludo a todos